PINZAS
de: Artículos BDSM
Instrumento
a modo de tenacillas que sirve para coger o sujetar cosas menudas hecho de
metal o madera compuesto por dos brazos unidos por un eje cuyos extremos están
de forma tal que permita sujetar las cosas.
Las pinzas
son uno de los elementos más utilizados en las sesiones bdsm. Actualmente
existen en el mercado múltiples tipos de pinzas específicamente diseñadas para
ello. Sin embargo, pocos diseños pueden superar a la ya clásica pinza de madera
de toda la vida. Este objeto, habitual en cualquier hogar, puede presumir de
cumplir tres requisitos que considero fundamentales y que no todos los
artículos usados en las sesiones bdsm cumplen: es fácil de encontrar, barato y
versátil.
Como con
todo objeto que sea susceptible de ser usado en juegos bdsm, conviene tener en
cuenta algunas cosas a la hora de usarlo:
1) Elección
de la pinza. Es conveniente elegir las pinzas que más se adapten a las
preferencias del sumis@, puesto que no todos los muelles hacen la misma fuerza.
Se aconseja probar varias pinzas, abriéndolas y cerrándolas, hasta dar con las
adecuadas.
2)
Colocación de la pinza. Dependiendo de la zona donde vaya a ser colocada la
pinza, son necesarias algunas consideraciones. Por ejemplo, no es recomendable
pinzar con la zona situada tras el puente pues, dada la proximidad al muelle,
ésta es una zona donde se ejerce mucha presión.
Las pinzas
de madera con muelle para colgar ropa pueden servir muy bien como pinzas
eróticas en los pezones, genitales y otros puntos otras pueden encontrarse en
las tiendas de papelería y material de oficina también son útiles (mas no
recomendables), Los expertos varían en sus apreciaciones sobre el
tiempo que pueden mantenerse puestas las pinzas, pero todos expresan su opinión
en términos de minutos. Las pinzas duelen especialmente al retirarlas. Hay que
tener en cuenta que al pinzar en un área, se deja a ésta sin circulación sanguínea
(así que estimado lector sea prudente al utilizarlas).
Por otro
lado, si la pinza va a ser colocada en el pezón, conviene no pinzar éste
directamente, pues entonces el dolor puede ser demasiado agudo. Se aconseja
pinzar la aureola, de forma que el pezón quede situado en el puente de la
pinza.
De esta
forma se asegura que El sumis@ pueda aguantar -y disfrutar- las pinzas durante
más tiempo.
Evidentemente,
hago estas consideraciones a título personal y en función de la experiencia
adquirida, lo cual no quiere decir que sea la única forma de usar las pinzas.
Cada cual debe hallar la forma que mejor se adapte a su sumis@.

El juego con
las pinzas es algo muy placentero si se hace bien, placentero y doloroso por su
puesto, ya que como bien el dolor viene de golpe en el momento de quitarlas, ya
que es cuando la sangre vuelve de golpe al sitio que le correspondía y la
sensación de dolor es intensa en ese momento. Para eso está el Amo, no debe
descuidar esa zona en ese momento, hay a quien le gusta seguir torturando la
zona, pero a veces una leve caricia ya supone una tortura si la pinza que llevó
era fuerte, así que mejor no ensañarse con la zona inmediatamente, ya que lo
que se conseguirá es dolor por dolor y no dolor por placer, con volver a jugar
en esa zona al cabo de unos minutos se conseguirá que el sumiso sienta placer y
las endorfinas jueguen su papel fundamental, ya que la zona seguramente seguirá
sensibilizada a los juegos pero no "mutilada de dolor".
¿Cómo saber
si una pinza es lo suficientemente fuerte o suave?
Pues lo de
siempre, lo mejor es probarlo primero en uno mismo, si no se desea ponerse unas
pinzas en los pezones para saber qué es lo que causará esa pinza, la mejor zona
es el espacio de piel que hay entre el dedo gordo de la mano y en dedo índice,
colocar la pinza con mirando el reloj y cuando sea insoportable el llevarla ya
sabremos más o menos cual es la duración de puesta de esa pinza en los pezones
del sumis@.