martes, 3 de diciembre de 2013

De: 
Planeta BDSM

Látex líquido

El látex líquido es un producto de látex que se adquiere en forma líquida, se aplica a la superficie deseada y cuando se deja secar pasa a un estado sólido. El látex líquido está disponible en muchos colores diferentes, y también se puede conseguir en colores fluorescentes o metálicos. Es popular entre los fetichistas del látex para crear un efecto de "segunda piel" cuando se seca después de su aplicación al cuerpo. También se utiliza comúnmente en la industria de efectos especiales.

La aplicación de látex líquido


Cuando se aplica látex líquido al cuerpo puede ser simplemente pintando. El látex se puede despegar fácilmente cuando se seca. Con el fin de lograr la mejor apariencia en el cuerpo  se recomienda dar múltiples capas de látex líquido. Si el proceso de secado debe acelerarse, un secador de pelo puede ayudar a disminuir el tiempo para alcanzar el estado sólido. Cuando se aplica látex líquido para el cuerpo también se recomienda una superficie de piel afeitada o encerada.

El látex líquido también se puede utilizar para "rubberizar" prendas de tejido. La ropa puede ser revestida de caucho mediante la inmersión en el látex líquido o pintándola. No se recomiendan materiales elásticos ni material adsorbente para este proceso. Para crear una prenda moldeada revestida de caucho, el látex líquido se aplican a la tela mientras se lleva puesta.

Un uso práctico del látex líquido para la casa es como recubrimiento antideslizante para muebles y alfombras.

Precauciones al usar látex líquido



El proceso de aplicación puede ser muy desordenado, se recomienda tomar las adecuadas precauciones de protección. El látex líquido puede ser difícil de eliminar de la ropa o los muebles tapizados. Tiene un débil olor a amoníaco, por lo que aquellas personas que son muy sensibles a los vapores del amoníaco deben tomar precauciones.



Si quieres hacerte unos guantes de látex en casa, hay dos métodos típicos para hacerlo: hacer el guante directamente en tu propio brazo, o crear un "molde" de tu brazo, y luego crear un guante sobre el molde. En cualquier caso, asegúrate de tomar las preparaciones apropiadas en la piel antes de aplicar el látex líquido o el material del molde, en el brazo.

El látex líquido se puede quitar fácilmente de la piel con cuidado. Debido a que el sudor y los aceites naturales de la piel automáticamente tienden a "levantar" el revestimiento de látex líquido ligeramente por encima de la superficie de la piel, la prenda de látex líquido fácilmente se despegará de la piel varias horas después de la aplicación inicial (o puede ser limpiamente levantada tan pronto como se ha secado). Esto es particularmente evidente si se toma el tiempo necesario para eliminar el vello corporal de la zona de aplicación, y si también se usa una capa generosa de crema para acondicionar la piel justo antes del proceso de aplicación del látex líquido.

Es recomendable antes de meterse a crear un catsuit conocer antes el material y hacer algunas pruebas sencillas.

El tiempo que puedes llevarlo puesto dependerá de las condiciones la persona, como es su piel individual y tipo de cuerpo, etc. Pero lo habitual es que puedas llevarlo puesto por lo menos varias horas antes de levantarse de la piel.

La sensación de llevarlo puesto es muy similar a un guante de goma. Lo que se siente en el exterior es cómo se sentirá en el interior. En todo caso, puede ser un poco frío debido a la ligera acumulación de transpiración debajo de él.

Es muy importante tener en cuenta que todos los productos líquidos de látex utilizan amoníaco como agente conservante. Si eres hipersensible a los olores puede disgustarte bastante. Sin embargo, el olor desaparece una vez que se seca el látex líquido.

Además hay que tener en cuenta que si tienes alergia a los productos a base de amoníaco, debes abstenerte de aplicar látex líquido sobre tu piel. Para la prueba de la reacción alérgica se recomienda este método simple: aplicar el látex líquido a un área muy pequeña de la piel, y dejarlo aproximadamente unas 4 horas. Esto determinará si vas a tener una reacción de hipersensibilidad al látex.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

CALENDAR 2014

Estem molt aprop de la fi de 2013, així que volem regalar-vos el calendari 2014 de Berlin dark. Esperem us agradi.

Estamos cerca del fin de 2013, así que queremos regalaros el calendario 2014 de Berlín dark. Esperamos os guste.

We are coming to 2013, so we want to present you the 2014 Berlin dark calendar. We hope you enjoy it.


















domingo, 3 de febrero de 2013

Sobre la humillación 

De: diamoteamo



Hablar de humillación dentro de la cultura  BDSM no es lo mismo que hablar de humillación dentro de la sociedad en la que vivimos. Es preciso aclarar que utilizamos el mismo término para designar conceptos diferentes.
En el actual contexto moral, la humillación se define como la denigración forzada de una persona mediante un proceso de subyugación que daña su dignidad; ser humillado significa ser puesto en una situación devaluada en contra del interés propio; y humillar es violar la  expectativa que toda persona debería tener de que los derechos humanos básicos sean respetados.
Sin embargo, la humillación dentro del BDSM está guiada por tres principios fundamentales: Sano, Seguro y Acordado. Llevar a cabo la humillación basándose en estas tres reglas básicas constituye la gran diferencia entre un intercambio de poder y un abuso. Cualquier  actividad que involucre el intercambio de poder debe ser sana a nivel psicológico, físico y emocional. Cualquier acto que no sea acordado y aprobado en toda su extensión por ambas partes constituye un abuso.
     La escala vertical del valor humano

La humillación, tal como entendemos hoy en la sociedad, surge del concepto moral de que  todos los seres humanos, independientemente de las diferencias que existan entre nosotros, nacemos con los mismos derechos y con igual dignidad.
Sin embargo, esta idea no siempre ha existido. Durante siglos las sociedades occidentales -y la mayoría de las sociedades del planeta- han convivido con naturalidad con una escala vertical del valor humano, según la cual el hecho de que unos seres humanos tuvieran mayor valor moral –mayor dignidad- que otros no se ponía en cuestión. Durante milenios los hombres han asumido que inclinarse humildemente, humillarse, ante el amo o señor era una respuesta lógica al orden natural de las cosas, que implicaba, entre otras cuestiones, la existencia de personas de mayor valía que otras. Y si uno no se humillaba voluntariamente ante quien estaba por encima en la jerarquía del valor moral, era lógico y normal que fuera el señor por la fuerza quien pusiera a cada cual en el sitio que supuestamente le correspondía. Nada había de humillante, tal como entendemos actualmente el término, en el hecho de ser dominado, subyugado o degradado por la fuerza en un mundo en el que se asumía con naturalidad que los seres humanos no éramos iguales en dignidad y derechos. Durante milenios humillar era una obligación de los señores y humillarse ante ellos una consecuencia natural del orden divino, además de una virtud moral básica para la estabilidad y la prosperidad de las sociedades civilizadas.
Humillación viene de la palabra latina humus (tierra). Durante el tiempo dominado por la ética vertical del valor humano, el significado del verbo humillar aplicado a los hombres -bajar, poner en el suelo- ha carecido de las connotaciones negativas que tiene actualmente. Según esta ética vertical, humillar no es algo malo, sino una obligación del Señor que debe poner en su sitio a quien está en un rango inferior. 
La cultura BDSM adopta un concepto de la humillación basado en la escala vertical del valor humano. Dentro del BDSM no se cuestiona que unos seres humanos tengan un mayor valor moral que otros, y como ya he dicho antes,  humillarse ante al Amo es la respuesta lógica al orden natural de las cosas.

     El autorrespeto

Si nos trasladamos al momento presente se puede decir que la humillación es la sensación que invade a la persona cuando ésta pierde su autorrespeto. El autorrespeto es un sentimiento íntimo y básico que surge de uno mismo hacia sí mismo y que, en condiciones normales, todas las personas tenemos por el mero hecho de sabernos humanos. El autorrespeto es, por lo tanto, un sentimiento de valor esencial que nos viene dado por nuestra conciencia de pertenencia al grupo humano.
La humillación es un sentimiento de valor profundo, ligado a la esencia de lo que uno es. A pesar de ser un sentimiento profundamente íntimo y esencial que aparece por el simple hecho de sabernos humanos, el autorrespeto depende paradójicamente del trato y la consideración que los otros nos dispensan: si los otros nos tratan ignorando nuestra pertenencia igualitaria al grupo humano, nuestro autorrespeto puede llegar a verse amenazado. Cuando esto ocurre aparece la humillación,
Esa pérdida del autorrespeto dentro del BDSM no supone una vulneración de la dignidad del esclavo, sino un refuerzo de esa dignidad. A medida que el sumiso pierde su conciencia de pertenencia igualitaria al grupo humano, se fortalece y aumenta su propio respeto como esclavo, ante él mismo y ante su Dominante.
Como vivimos en una sociedad igualitaria la conciencia del esclavo depende exclusivamente del trato y la consideración que le dispensa su Dominante. Por eso es tan importante la humillación del Señor para que un esclavo se sienta como tal.
Pero un esclavo elige a su Dueño, y no se humilla ante el primero que dice ser Amo.
Esto es así porque dentro del BDSM nada se hace en contra del interés propio. Todo está consentido y acordado dentro de la seguridad y el respeto hacia el otro. En el BDSM la humillación no implica la pérdida del respeto propio, sino todo lo contrario. A través de la humillación se consigue poner al esclavo en el centro de su identidad. Se le obliga a enfrentarse a su auténtica naturaleza y solo siendo lo que está llamado a ser, puede, un esclavo, ser feliz.
Esto no quiere decir que aceptar la humillación dentro del BDSM no suponga un esfuerzo considerable para el sumiso; a diferencia de lo que ocurría en la época en la que imperaba la escala vertical del valor humano, donde aceptar la humillación era lo que correspondía, y se aceptaba sin sufrimiento por parte del que estaba debajo.
Pero la ética cambió o, mejor dicho, está cambiando. Ese cambio ha traído consigo un nuevo principio moral fundamental: la igualdad en dignidad y derechos de todos los seres humanos. Es evidente, entonces, que si el esclavo siente la humillación en las propias carnes, es porque primero ha interiorizado el mensaje igualitario. Solo si reconocemos previamente que somos iguales podemos transgredir esa norma y crear un nuevo orden donde unos tenemos un mayor valor moral que otros. El BDSM nos permite crear ese nuevo orden.


La humillación en el BDSM

Dentro del BDSM podemos elegir una conciencia que la sociedad actual censuraría desde su moralidad igualitaria.  Seriamos necios si lamentáramos la existencia de esa censura, pues esa posibilidad de transgresión de la norma, según nuestros propios deseos y necesidades, nos proporciona placer. Si no existiera la norma igualitaria no existiría el goce que le supone al esclavo complacer a su Dueño, aceptando, a través del dolor, el miedo o el disgusto, la humillación que el Amo le exige. Si no hay malestar y sacrificio no hay juego. 
La moral externa y social entra en conflicto con la propia moral interna y personal del sumiso, y puede hacerle dudar de la legitimidad de sus propios deseos. No es fácil, al principio, olvidar el marco de referencia en el que hemos sido educados. Pero si nuestra naturaleza sumisa o dominante se manifiesta, sabemos que es más difícil, aún, renunciar a ella.
Pero nunca hay que olvidar que solo es BDSM aquello que se enmarca dentro de los estrictos límites de la responsabilidad, la seguridad y el acuerdo. En el BDSM, incluso si existe consentimiento, no todo está permitido. Solo si respeto a mi esclavo deseo humillarle.
Humillar en el BDSM no es denigrar a alguien hasta el punto de herirle emocionalmente. Las heridas emocionales tardan más en curarse que las físicas y hay que cuidar mucho los límites en este sentido.
A través de la humillación un Dominante da un trato especial a su sumiso poniéndolo en su lugar de una manera sensata y consensuada. No se trata de hacer que se sienta mal consigo mismo, vulnerando su dignidad como esclavo, pues todo comportamiento ha de ser aceptado y pactado libremente por ambas partes.
En BDSM hay prácticas que fuera de esta cultura pueden parecer ofensivas y que la sociedad actual, desde su perspectiva moral, considera que son denigrantes y que vulneran la dignidad. Por ejemplo, nos enseñan que arrodillarse es un menoscabo de nuestra dignidad, pero lo que para la sociedad es humillante y por lo tanto indigno, para el esclavo es el reconocimiento de la autoridad del Amo y una manifestación física de su sometimiento.
El proceso de animalización es humillante en sí mismo. Llamar a alguien perro es despojarlo de su humanidad. Hacerle comportarse como un perro, caminar a cuatro patas o dormir en el suelo conecta directamente al sumiso con la humillación. Pero ser sumiso no significa ser débil, ni tiene nada que ver con dejarse humillar por cualquiera. Un  sumiso jamás permitiría que nadie le humillara salvo su Dominante. A través de la animalización algunos esclavos encuentran la esencia de su verdadera naturaleza y el BDSM les permite explorarla, además de evolucionar y crecer como esclavos.
El sumiso siente vergüenza de sí mismo ante un acto humillante, porque vive en una sociedad que ha suprimido la escala vertical del valor humano. Sabe que está faltando a su autorrespeto como ser libre, al ignorar su pertenencia igualitaria al grupo en el que vive. Pero la grandeza del sumiso reside en su capacidad para transformar ese pudor en orgullo al considerarlo una manifestación de  la obediencia que debe a su Dueño. A través de la humillación el esclavo sale fortalecido.
Paradójicamente la humillación en el BDSM no hace indigno a quien la recibe, sino todo lo contrario, le hace digno de confianza y respeto. Como Dominante tengo que decir que solo me place humillar a quien me inspira afecto y que mi esclavo acepte mi humillación genera respeto y amor hacia él.  A través de la humillación, el Dominante y el sumiso conectan transgrediendo normas y convirtiendo la relación D/s en una experiencia tan intensa como excepcional.