sábado, 24 de marzo de 2012

Reglamento Básico Dogtraining 
de: diamoteamo

 


I. INTRODUCCION
Lo obediencia es la meta.
Su práctica constante es la única mentalidad y objetivo que puede llevar a un potencial esclavo a desarrollar su sumisión.
El único placer del esclavo es la obediencia.
Estos principios son los que preparan a un esclavo para obedecer en todo momento y en cualquier circunstancia. De acuerdo con los Principios puedes llegar a ser un esclavo y vivir como un esclavo.
Adopta estos principios.
Encuentra la manera de ocupar toda tu vida con ellos.
Este es mi propósito y el tuyo.

II. COMPORTAMIENTO
1. Un esclavo nunca pide permiso. No le está permitido el uso de la palabra “puedo”. Cualquiera de estas expresiones implicaría que el esclavo puede desear algo que el Amo no quiere. La respuesta del Amo, en este caso, sería consentir la solicitud o denegarla.
Un esclavo solo quiere lo que necesita su Amo. No puede haber conflicto. El esclavo solo pregunta al Amo su intención, y es la intención del Amo la que determina la actividad de esclavo.
2. De entrada, un esclavo tiene prohibido el uso de los elementos de la lista que aparece en el punto 3, a no ser que el Amo haya determinado previamente su intención sobre dichos elementos.
Incluso si el esclavo vive en casa del Amo se aplicará este punto, aunque el Amo esté fuera de casa o sea el esclavo quien no está en casa.
Toda actividad debe ser solicitada con antelación.
El Amo debe conocer todas las actividades del esclavo, siempre y sin excepciones. Incluso cuando el esclavo está trabajando, el Amo debe conocer dónde está físicamente, qué está comiendo o bebiendo y dónde debe ir cuando salga del trabajo. Todo esto debe ser conocido antes de que el esclavo abandone la casa o la presencia del Amo.
3. La lista de elementos cuyo uso le está denegado, salvo intención expresa del Amo, son los siguientes:
a. Comida / bebida: El agua queda excluida cuando el esclavo no esté en presencia del Amo, por ejemplo, cuando esté en el trabajo o fuera de casa.
b. Electrónica: Sin excepciones, incluido el teléfono
c. Muebles: Ya sea en lugares públicos o privados.
d. Ropa: Excepto cuando su uso sea necesario por convenciones sociales.
4. El esclavo nunca tocará ningún instrumento que el Amo use para el control, la disciplina o la formación de sus esclavos. Si el esclavo recibe la orden de traer cualquier instrumento lo hará solo con la boca. Si no puede, por que esté amordazado, por ejemplo,  el instrumento se quedará en su sitio.
Cualquier cosa, incluida las prendas, que el Amo ponga al esclavo permanecerán en el lugar decidido por el Amo. La eliminación o abandono de un dispositivo de retención, o de cualquier otro tipo, se considerará una violación de este principio.

III. OBEDIENCIA
El corazón, el carácter y la esencia del esclavo es la obediencia. Una obediencia rápida y alegre buscando siempre la satisfacción de su Dueño.
Un esclavo es desobediente cuando:
1. Consiente en expresar o mostrar ira, mal humor o cualquier otra forma de emoción perturbadora, tanto de conducta como de pensamiento. Expresar estas emociones constituyen una violación de la alegría.
2. Demostración por el tono, el lenguaje corporal o la expresión facial, de su desacuerdo con la evaluación recibida, así como por la falta de una aceptación sincera de cualquier orden. Esto se considera una violación del entusiasmo que debe mostrar en todo momento.
3. Retraso en el comienzo de cualquier orden. Las expresiones” ¡Sí, señor!”, “¡Gracias, Señor!” que siguen a cualquier orden recibida, se dicen al mismo tiempo que comienza la acción requerida. Cualquier señal de detención, entretenimiento, o movimientos innecesarios que ralenticen el cumplimiento de la orden se considera una violación de la puntualidad.
4. Juzgar o criticar a nada ni a nadie. Esto es arrogante, destructivo y se considera una actividad desobediente y por lo tanto intolerable porque es contrario e inconsistente con el  carácter del esclavo.
5. Discutir con cualquiera, ya sea otro esclavo o un Amo o el Dueño. Todo lo que pueda decir solo son habladurías, no importa cómo el esclavo intente camuflar la expresión de su ego. Los juicios negativos impiden la esclavitud.
Sobre la humillación
de: diamoteamo


Hablar de humillación dentro de la cultura  BDSM no es lo mismo que hablar de humillación dentro de la sociedad en la que vivimos. Es preciso aclarar que utilizamos el mismo término para designar conceptos diferentes.
En el actual contexto moral, la humillación se define como la denigración forzada de una persona mediante un proceso de subyugación que daña su dignidad; ser humillado significa ser puesto en una situación devaluada en contra del interés propio; y humillar es violar la  expectativa que toda persona debería tener de que los derechos humanos básicos sean respetados.
Sin embargo, la humillación dentro del BDSM está guiada por tres principios fundamentales: Sano, Seguro y Acordado. Llevar a cabo la humillación basándose en estas tres reglas básicas constituye la gran diferencia entre un intercambio de poder y un abuso. Cualquier  actividad que involucre el intercambio de poder debe ser sana a nivel psicológico, físico y emocional. Cualquier acto que no sea acordado y aprobado en toda su extensión por ambas partes constituye un abuso.
     

 La escala vertical del valor humano
La humillación, tal como entendemos hoy en la sociedad, surge del concepto moral de que  todos los seres humanos, independientemente de las diferencias que existan entre nosotros, nacemos con los mismos derechos y con igual dignidad.
Sin embargo, esta idea no siempre ha existido. Durante siglos las sociedades occidentales -y la mayoría de las sociedades del planeta- han convivido con naturalidad con una escala vertical del valor humano, según la cual el hecho de que unos seres humanos tuvieran mayor valor moral –mayor dignidad- que otros no se ponía en cuestión. Durante milenios los hombres han asumido que inclinarse humildemente, humillarse, ante el amo o señor era una respuesta lógica al orden natural de las cosas, que implicaba, entre otras cuestiones, la existencia de personas de mayor valía que otras. Y si uno no se humillaba voluntariamente ante quien estaba por encima en la jerarquía del valor moral, era lógico y normal que fuera el señor por la fuerza quien pusiera a cada cual en el sitio que supuestamente le correspondía. Nada había de humillante, tal como entendemos actualmente el término, en el hecho de ser dominado, subyugado o degradado por la fuerza en un mundo en el que se asumía con naturalidad que los seres humanos no éramos iguales en dignidad y derechos. Durante milenios humillar era una obligación de los señores y humillarse ante ellos una consecuencia natural del orden divino, además de una virtud moral básica para la estabilidad y la prosperidad de las sociedades civilizadas.
Humillación viene de la palabra latina humus (tierra). Durante el tiempo dominado por la ética vertical del valor humano, el significado del verbo humillar aplicado a los hombres -bajar, poner en el suelo- ha carecido de las connotaciones negativas que tiene actualmente. Según esta ética vertical, humillar no es algo malo, sino una obligación del Señor que debe poner en su sitio a quien está en un rango inferior. 
La cultura BDSM adopta un concepto de la humillación basado en la escala vertical del valor humano. Dentro del BDSM no se cuestiona que unos seres humanos tengan un mayor valor moral que otros, y como ya he dicho antes,  humillarse ante al Amo es la respuesta lógica al orden natural de las cosas.
   

  El autorrespeto
Si nos trasladamos al momento presente se puede decir que la humillación es la sensación que invade a la persona cuando ésta pierde su autorrespeto. El autorrespeto es un sentimiento íntimo y básico que surge de uno mismo hacia sí mismo y que, en condiciones normales, todas las personas tenemos por el mero hecho de sabernos humanos. El autorrespeto es, por lo tanto, un sentimiento de valor esencial que nos viene dado por nuestra conciencia de pertenencia al grupo humano.
La humillación es un sentimiento de valor profundo, ligado a la esencia de lo que uno es. A pesar de ser un sentimiento profundamente íntimo y esencial que aparece por el simple hecho de sabernos humanos, el autorrespeto depende paradójicamente del trato y la consideración que los otros nos dispensan: si los otros nos tratan ignorando nuestra pertenencia igualitaria al grupo humano, nuestro autorrespeto puede llegar a verse amenazado. Cuando esto ocurre aparece la humillación,
Esa pérdida del autorrespeto dentro del BDSM no supone una vulneración de la dignidad del esclavo, sino un refuerzo de esa dignidad. A medida que el sumiso pierde su conciencia de pertenencia igualitaria al grupo humano, se fortalece y aumenta su propio respeto como esclavo, ante él mismo y ante su Dominante.
Como vivimos en una sociedad igualitaria la conciencia del esclavo depende exclusivamente del trato y la consideración que le dispensa su Dominante. Por eso es tan importante la humillación del Señor para que un esclavo se sienta como tal.
Pero un esclavo elige a su Dueño, y no se humilla ante el primero que dice ser Amo.
Esto es así porque dentro del BDSM nada se hace en contra del interés propio. Todo está consentido y acordado dentro de la seguridad y el respeto hacia el otro. En el BDSM la humillación no implica la pérdida del respeto propio, sino todo lo contrario. A través de la humillación se consigue poner al esclavo en el centro de su identidad. Se le obliga a enfrentarse a su auténtica naturaleza y solo siendo lo que está llamado a ser, puede, un esclavo, ser feliz.
Esto no quiere decir que aceptar la humillación dentro del BDSM no suponga un esfuerzo considerable para el sumiso; a diferencia de lo que ocurría en la época en la que imperaba la escala vertical del valor humano, donde aceptar la humillación era lo que correspondía, y se aceptaba sin sufrimiento por parte del que estaba debajo.
Pero la ética cambió o, mejor dicho, está cambiando. Ese cambio ha traído consigo un nuevo principio moral fundamental: la igualdad en dignidad y derechos de todos los seres humanos. Es evidente, entonces, que si el esclavo siente la humillación en las propias carnes, es porque primero ha interiorizado el mensaje igualitario. Solo si reconocemos previamente que somos iguales podemos transgredir esa norma y crear un nuevo orden donde unos tenemos un mayor valor moral que otros. El BDSM nos permite crear ese nuevo orden.


La humillación en el BDSM
Dentro del BDSM podemos elegir una conciencia que la sociedad actual censuraría desde su moralidad igualitaria.  Seriamos necios si lamentáramos la existencia de esa censura, pues esa posibilidad de transgresión de la norma, según nuestros propios deseos y necesidades, nos proporciona placer. Si no existiera la norma igualitaria no existiría el goce que le supone al esclavo complacer a su Dueño, aceptando, a través del dolor, el miedo o el disgusto, la humillación que el Amo le exige. Si no hay malestar y sacrificio no hay juego. 
La moral externa y social entra en conflicto con la propia moral interna y personal del sumiso, y puede hacerle dudar de la legitimidad de sus propios deseos. No es fácil, al principio, olvidar el marco de referencia en el que hemos sido educados. Pero si nuestra naturaleza sumisa o dominante se manifiesta, sabemos que es más difícil, aún, renunciar a ella.
Pero nunca hay que olvidar que solo es BDSM aquello que se enmarca dentro de los estrictos límites de la responsabilidad, la seguridad y el acuerdo. En el BDSM, incluso si existe consentimiento, no todo está permitido. Solo si respeto a mi esclavo deseo humillarle.
Humillar en el BDSM no es denigrar a alguien hasta el punto de herirle emocionalmente. Las heridas emocionales tardan más en curarse que las físicas y hay que cuidar mucho los límites en este sentido.
A través de la humillación un Dominante da un trato especial a su sumiso poniéndolo en su lugar de una manera sensata y consensuada. No se trata de hacer que se sienta mal consigo mismo, vulnerando su dignidad como esclavo, pues todo comportamiento ha de ser aceptado y pactado libremente por ambas partes.
En BDSM hay prácticas que fuera de esta cultura pueden parecer ofensivas y que la sociedad actual, desde su perspectiva moral, considera que son denigrantes y que vulneran la dignidad. Por ejemplo, nos enseñan que arrodillarse es un menoscabo de nuestra dignidad, pero lo que para la sociedad es humillante y por lo tanto indigno, para el esclavo es el reconocimiento de la autoridad del Amo y una manifestación física de su sometimiento.
El proceso de animalización es humillante en sí mismo. Llamar a alguien perro es despojarlo de su humanidad. Hacerle comportarse como un perro, caminar a cuatro patas o dormir en el suelo conecta directamente al sumiso con la humillación. Pero ser sumiso no significa ser débil, ni tiene nada que ver con dejarse humillar por cualquiera. Un  sumiso jamás permitiría que nadie le humillara salvo su Dominante. A través de la animalización algunos esclavos encuentran la esencia de su verdadera naturaleza y el BDSM les permite explorarla, además de evolucionar y crecer como esclavos.
El sumiso siente vergüenza de sí mismo ante un acto humillante, porque vive en una sociedad que ha suprimido la escala vertical del valor humano. Sabe que está faltando a su autorrespeto como ser libre, al ignorar su pertenencia igualitaria al grupo en el que vive. Pero la grandeza del sumiso reside en su capacidad para transformar ese pudor en orgullo al considerarlo una manifestación de  la obediencia que debe a su Dueño. A través de la humillación el esclavo sale fortalecido.
Paradójicamente la humillación en el BDSM no hace indigno a quien la recibe, sino todo lo contrario, le hace digno de confianza y respeto. Como Dominante tengo que decir que solo me place humillar a quien me inspira afecto y que mi esclavo acepte mi humillación genera respeto y amor hacia él.  A través de la humillación, el Dominante y el sumiso conectan transgrediendo normas y convirtiendo la relación D/s en una experiencia tan intensa como excepcional.

lunes, 5 de marzo de 2012

JENGIBRE

La raíz de jengibre o Figging, un arte a los sentidos.

De: Tutorial BDSM




Es una técnica de juego anal o vaginal (en algunos casos de tortura), realmente no se que tanto lo usen, tal vez por falta de información o por la abundancia de productos químicos y pociones de lujo que llegan a imitan las características del jengibre, o quizás las personas por el afán no quiere gastar tiempo en la utilización de esta técnica. Cualquiera que sea  el motivo, les hace perder una experiencia inolvidable.

La historia de la utilizacion del Figging se remonta a la época Victoriana, donde algunos  textos nos hablan sobre la utilización de la técnica. El Caning, era muy utilizado castigo, sobre todo en las mujeres, en las instituciones educativas y se convirtio en arte, junto a esta técnica se usaba el figging para introducir en el ano el jengibre, para que la persona castigada no apretara las nalgas durante el castigo, apretando en extremo mientras recibía una intensa sensación, el por qué utilizaban ambas técnicas durante esa época, lo desconozco, pero pensaría que era más para el placer del que dominaba que el dominado.
El figging es una técnica fácil de dominar, aunque es preciso tener cuidado y se requiere una preparación adecuada.

Las sensaciones cambian en cada persona, para algunos puede ser un verdadero martirio y llegar a detestarlo, como para otros sea un inmenso placer, eso va en el organismo. Ahora voy a explicarles como se prepara.

El jengibre, en su estado natural, parece una "mano". Es preciso no comprarlo en el supermercado porque en algunas ocasiones ya viene precortado y asi no nos funcionaria, porque las piezas son muy pequeñas de manejar, así que mi sugerencia es comprarlas en las plazas de mercado que vienen de diferentes tamaños y para escoger a el gusto de cada uno, pero es mejor, comprar una mano grande, y lo más fresco posible, salvo que la quieran dejar envejecer.

El ambiente lo crea el Am@ a su gusto, pero es facinante que él o la sumis@ coloque un almohadón bajo su vientre y espere a su Am@ mientras prepara el jengibre, el preambulo de la espera, pone ansiosos a los sumisos, y da un motivo más para castigar jejejejejjejeje.
Cuando tengan todo listo, se debe cortar un dedo de la mano de jengibre, lo ideal es que se corte hasta la base de la mano, lo ideal es que el dedo mida más de 12 ctms, con un cuchillo o navaja  se  quita la piel marrón, procurando a el máximo de dejar la piel muy lisa. Tomate el tiempo para dejarla lisa.

Mientras se prepara, limpialo con agua fría de vez en cuando, así ayudas a quitar cualquier rastros de piel. El olor que da es sumamente aromático, para los que nos encanta la comida oriental, es un ingrediente primordial por su sabor mágico. Después de que este listo el dedo, se debe tallar una concavidad al alrededor del dedo, a unos 2/3 del extremo, esto actuará como dispositivo de retención, haz el anillo de unos 12 mm de profundidad, es decir haz una circunferencia en el dedo,  no talles demasiado pues esto debilitará el dedo y se rompera.
Luego limpias de nuevo el dedo sumergiendolo en agua fría. El  otro extremo debe quedar bien redondeado. No utilices lubricante para insertar el dedo de jengibre, este actúa como sellante y evita que la humedad del jengibre haga su labor, utiliza el agua fría para mantener el jengibre mojado. Inserta despacio el dedo en el ano o vagina, sin afán, el jengibre mojado, resbala bastante bien, cuando el ano se bara finalmente y acepte el jengibre, resbálalo hasta el anillo.

Y de ahi en adelante, el jengibre hace su mágia y su arte. Es bastante rápido y su efecto aumenta drásticamente. Recuerda lavarte las manos, salvo que quieras tenerlas así para alguna otra locura que se te ocurra, pero primordialmente el lavado de manos es para evitar tocar los ojos, o de la persona sumisa, o del mismo Dominante.
Recuerden que cada persona es distinta, el nivel de tolerancia en algunos es más alto que en otros,  y las reacciones pueden ser distintas. Para algunos puede ser suave, para otros mortificante, y para otros es un elevado nivel de stasis.  Puedes juntarle las nalgas para aumentar las sensaciones.

El efecto del jengibre es de aprox. 20 min, y después empieza a disminuir, cuando esto suceda, retira el jengibre y continua con el resto de la sesión.
En la vagina puede producir un efecto de excitación elevada, así que la sumisa rogara o clamara para ser colmadas esas ansias.. el contacto con el clítoris permite una estimulación erógena muy alta, asi que imagínense si tiene le jengibre en el ano, vagina o clitoris, una mezcla muy explosiva jejejejejej.

En el caso de los hombres, se puede introducir por la uretra, pero debe ser más delgado, o se puede  colocar también sobre la cabeza del pene, sus efectos son inmediatos. El dedo  debe ser de unos 2 a  5 cm de largo y de 3 a 6 mm de grueso, dejandolo totalmente liso, sin asperezas y debe estar las puntas redondeadas, sugiero que el sumiso este atado, así puedes ver sus reacciones, procurando no introducir muy profundo, para poder retirarlo facilmente. La sensación de quemazón, es casi inmediata.

Cuando se deja el jengibre en la nevera por un tiempo largo, para envejecerlo, el poder del jengibre aumenta mucho más. Es bueno dejarlo dentro de una bolsa.
Cualquier jengibre con mal aspecto debe desecharse.


Algo de prevención:

Si tu sumis@ es alérgica al jengibre, no lo uses. Puedes provocarle una reacción alérgica importante, y por más sádicos que sean, nuestro interes es cuidar del bienestar del sumiso.
Si por accidente el jengibre resbala dentro del ano de la sumisa, no te asustes, no corras a urgencias, simplemente la sumis@ debe ir al baño, no habrá problemas, salvo que quieran hacer un fisting para buscarlo.